Si durante tu embarazo los síntomas de tu enfermedad están controlados, tanto tu salud como la de tu hijo serán mucho mejores. Y todo ello hará también reducir las posibles complicaciones que pudiesen existir (abortos espontáneos, parto prematuro o bajo peso del feto/recién nacido) y de esta manera igualar tu embarazo a un embarazo de una persona sin la enfermedad.
No todos los medicamentos son adecuados para el embarazo. Existen tratamientos con los que no debes quedarte embarazada y otros con los que si puedes seguir durante tu embarazo. Pregunta a tu médico en todo momento y ante cualquier cambio de medicación, si es compatible con el embarazo.
Planificar con tu médico y el uso de medicación adecuada, asegurará que tengas la mejor salud posible antes, durante todo el embarazo y mientras cuidas de tu hijo recién nacido. Es muy importante que entiendas y te informes de todas tus opciones antes de tomar ninguna decisión acerca de tu tratamiento.
Tu reumatólogo te explicará si necesitas hacer algún cambio en tu medicación o ajustes en tu tratamiento actual. Además, deberás comenzar a tomar un suplemento vitamínico/ mineral diariamente, siempre bajo supervisión del personal sanitario que sigue tu enfermedad.
El hecho de que padezcas artritis reumatoide, artritis psoriásica, espondiloartritis o una enfermedad reumática, no significa que no puedas quedarte embarazada, aunque el tiempo que tardes en concebir puede que resulte más largo de lo habitual.
En un estudio sobre la “Fertilidad en mujeres con artritis” conocido como el estudio PARA, un equipo de investigación en Rotterdam, Países Bajos, encontró que un 84% de las pacientes conseguían quedarse embarazadas, sin embargo, el 31% de ellas tardaban más de 1 año en conseguirlo. Entre las causas que arroja el estudio se encontró que tener la enfermedad descontrolada, el uso de corticoides y AINES, la edad y la nuliparidad, pueden influir negativamente.
De las conclusiones del estudio, 3 de cada 4 mujeres con la enfermedad controlada logran quedarse embarazadas durante los primeros doce meses. Es decir: tener la enfermedad controlada iguala tus posibilidades de quedarte embaraza a la población general.
Te dejamos invitamos a que descubras las claves para hacer realidad tu sueño de ser madre:
• Antes de dejar cualquier tratamiento anticonceptivo, habla con tus especialistas en reumatología y ginecología acerca de tu decisión de tener hijos para que puedan ayudarte en la planificación y resolver todas tus dudas, de forma que estés lo más tranquila posible.
• Muchos embarazos son no planificados con tu reumatólogo o reumatóloga, y el problema es que, sin saberlo, puedes estar tomando fármacos que producen daños en el feto, como por ejemplo, el Metotrexato. La planificación es clave.
• Es muy importante planificar el embarazo con antelación porque mantener la enfermedad controlada es clave para tener un embarazo tranquilo y evitar complicaciones.
• Llevar un estilo de vida saludable también puede ayudarte a que sea más fácil quedarte embarazada.
• Lo que debes también tener en cuenta es que, normalmente, cuanta más edad tengas, más difícil será lograr un embarazo.
• Decidir cuándo es el mejor momento para quedarse embarazada puede no ser fácil. A veces, deberás esperar a tener controlada tu enfermedad, o bien tendrás que cambiar el tratamiento porque no todos los fármacos son seguros durante el embarazo. Infórmate de qué tratamientos garantizan la seguridad para el bebé, aquellos capaces de mantener tu enfermedad controlada sin traspasar la placenta.
• Muchas mujeres abandonan el tratamiento antes de quedarse embarazadas, por el riesgo de sufrir brotes durante el embarazo que puedan causar complicaciones.
• Si eres hombre y quieres ser padre, también debes consultar con tu reumatólogo y tener en cuenta algunas cuestiones relativas a la medicación.
Si tu intención es tener hijos, no tengas miedo de abordarlo en la consulta de tu especialista en reumatología, quien, junto con otros especialistas, se encargará de ajustar tu tratamiento y modificarlo en función de si los fármacos actuales son o no compatibles con el embarazo y la lactancia.
En este proceso, tú eres la protagonista por lo que tu implicación con el tratamiento es muy importante. Por lo tanto, no dudes en contar a tu especialista de confianza tus dudas y tus preferencias durante todo el proceso. Si es preciso, prepara una lista en la que estén recogidas todas tus dudas para que no salgas de la consulta sin tener todo bien claro.
Es conveniente que alguien vaya contigo a las citas para estar acompañada y te ayude a recordar todo aquello que te digan. Lo ideal es que vayas con tu pareja, porque así te sentirás más serena y tranquila.
Lo más importante es tu salud y la de tu bebé, por lo que no dudes en esperar hasta que tus síntomas estén controlados para que necesites menos medicación y puedas evitar los inconvenientes de un brote en el embarazo o en el postparto.
Hay datos importantes para tener todo esto en mente cuando planificas tu embarazo. El 50% de las mujeres con artritis reumatoide mejora durante el embarazo, porcentaje que se reduce al 40% en el caso de mujeres con espondiloartritis y al 26,8% en el caso de la artritis psoriásica.
Al riesgo de complicaciones por un brote en pleno embarazo, debemos añadir que aquellas mujeres que abandonan su medicación en el principio de la gestación pueden tener brotes tras el parto, es decir: cuando su hijo o su hija más las necesita.
Relación de Pareja
La sexualidad es parte de la calidad de vida global del paciente. Más de la mitad de los pacientes con enfermedades reumáticas tienen algún tipo de dificultad en sus relaciones sexuales. Conoce como puedes mejorar tus relaciones de pareja
Los estudios muestran que el 55% de las personas con artritis sienten que la enfermedad les resta confianza en las relaciones sexuales y el 31% aseguraba que le resulta difícil explicar sus necesidades sobre este tema a su pareja, hasta el punto de que una parte de los y las pacientes con artritis dejaba de mantener relaciones por completo.
Consulta a un especialista si crees que la enfermedad puede estar afectando a tu relación de pareja y descubre algunos trucos para mejorar.
¡Descárgate el manual de relaciones de pareja y enfermedad reumática
Recuerda que:
• la sexualidad es parte de tu calidad de vida
• las relaciones sexuales tienen efectos muy positivos para la salud ya que liberan endorfinas, que son unas sustancias que mejoran el dolor, el sueño y el estado de ánimo
• el órgano sexual más potente es tu cerebro
• evita que los miedos, la tensión o el estrés bloqueen tu cerebro y ¡disfruta!
¿Qué elementos mejoran las relaciones de pareja?
• el ejercicio físico
• una buena autoestima
• la comunicación en la pareja: si algo te duele, dilo, y busca otras opciones
• evita las relaciones sexuales si estás en pleno brote, o adáptalas a tu situación, para que contribuyan a hacerte sentir menos dolor
• prepara el encuentro sexual: planificar vuelve a ser un gran truco
• ejercicios de calentamiento y estiramiento unos minutos antes, así como un baño, un masaje o utilizar cremas analgésicas ayudan a disfrutar más
• no dudes en utilizar lubricantes, así como juguetes eróticos, almohadas, cojines, lencería, todo aquello que te resulte estimulante
• besos, caricias y la masturbación no son meros “preliminares” menores, son parte del disfrute sexual y pueden llegar a protagonizar encuentros muy intensos
Comenta a los profesionales de salud que tratan tu enfermedad tu deseo de quedarte embarazada.
Haz saber a todo el personal sanitario que sigue tu enfermedad tu plan de tratamiento acordado con el especialista (reumatólogo).
Conoce todas las opciones de tratamiento compatibles con esta etapa, así como la necesidad de cambriar o ajustar tu tratamiento si fuese necesario.
Cuando proceda y acuerdes con tu reumatologo, comienza tu nuevo plan de tratamiento y deja de usar métodos anticonceptivos.
Lieva un estilo de vida saludable (dieta sana, ejercicio si es posible horas de sueño adecuadas, no fumar...) para ayudar a mejorar tus posiblidades de quedarte embarazada y facilitar tu día a día.
Comienza a tomar un suplemento de vitaminas/minerales seguñ te indique tu ginecólogo.