Aunque sólo afecte a una de cada cien personas, si eres mujer, tienes tres veces más probabilidad de padecer artritis reumatoide. La enfermedad suele aparecer especialmente entre el primer embarazo y la menopausia, entre los 30 y los 60 años.
Es más frecuente también entre aquellas personas que presentan el llamado “factor reumatoide”, una proteína presente en el 5% de la población.
Sufrir enfermedades como la artritis reumatoide puede afectar en otros aspectos. Los cambios en la imagen corporal pueden afectar en tu autoestima, y la posibilidad de necesitar cuidados y no poder prestarlos en el futuro hace a las mujeres temer por su capacidad para cuidarse a sí mismas y cuidar de otros.
Hoy día las personas con artritis reumatoide tienen las mismas posibilidades de concebir que el resto, y comparten las dificultades para lograrlo: una de cada cinco parejas del mundo occidental tiene problemas en ese sentido que no están ligadas a la artritis reumatoide.
La consideración más importante que debes tener en cuenta es hablar con tu reumatólogo para que juntos podáis hacer una buena planificación del embarazo.
Es muy importante hablar con tu reumatólogo antes de planear un embarazo si estás tomando medicación para la artritis reumatoide. El médico podrá examinar que fármacos son idóneos para ti ayudándote a planificar el embarazo de manera adecuada.
Durante el primer trimestre, uno de los síntomas más frecuentes que refieren las mujeres embarazadas es el cansancio o una sensación de tener sueño a todas horas. Esto en el caso de padecer artritis reumatoide podría sumarse a la fatiga propia de la enfermedad, por lo que podría necesitarse más descanso y sentirse una falta de energía más acusada.
Es posible que este sea el único aspecto en el que el embarazo pueda empeorar tu percepción de la artritis reumatoide durante todo el embarazo, e incluso puede que notes una mejoría en la enfermedad una vez pasado el primer trimestre. En general, esto es algo que podría suceder en dos de cada tres mujeres con artritis reumatoide.
Hay casos en los que la enfermedad en algunas mujeres mejora durante el embarazo, pero es muy importante que desde la planificación, el embarazo y también en el parto exista un estrecho seguimiento con el reumatólogo, y unidades multidisciplinares.
Durante el embarazo habrás de informar a tu ginecólogo y reumatólogo de tu situación, y para preparar el parto, las clases de tu matrona serán muy importantes.
No dejes de formular a los profesionales sanitarios que cuidan de tu embarazo todas las dudas que surjan, todo aquello que te preocupe.
Puede que tu condición médica sea considerada de riesgo por tu obstetra, y esto lejos de preocuparte debe indicar que estarás muy vigilada y controlada por profesionales sanitarios. No dejes de cerciorarte de que todos los profesionales que atenderán tu parto saben que padeces artritis reumatoide: anestesiólogo, matrona, obstetra, todos deberán ser informados de la medicación que tomas y lo que conlleva la enfermedad.
El postparto puede no ser fácil para muchas mujeres. Todas las madres saben lo duras que pueden ser las primeras semanas de crianza.
Si padeces artritis reumatoide vigila mucho los síntomas, porque puede que afrontes en estos días un empeoramiento. Las hormonas del embarazo que en ocasiones producen una mejoría en la enfermedad, ahora van desapareciendo y puede que los síntomas se sumen al postparto común haciéndolo más difícil. Hoy en día es posible controlar estos síntomas si te mantienes en seguimiento estrecho con tu reumatólogo. El seguimiento con el reumatólogo es fundamental para evitar un brote.
Necesitarás ayuda de toda tu red de apoyo (familia, pareja, amigos), no dudes en comunicar esa necesidad y no te sientas culpable por dedicar algún tiempo a delegar tareas. Esa sensación de culpabilidad es frecuente en las madres sin artritis reumatoide, así que intenta no dejarte arrastrar por pensamientos negativos. Pedir ayuda y delegar en personas que te quieren no te convierte en peor madre. La mejor madre para tu hijo o tu hija eres tú.
Si padeces síndrome de Sjögren, díselo a tu médico porque puede acentuarse tras el parto. Él sabrá indicarte qué medicación aplicar en cada caso.
Dar el pecho o dar biberón al recién nacido es una elección de cada mujer. Ambas opciones son buenas y en el caso de la madre con artritis reumatoide sólo debes tomar en consideración dos cosas a la hora de elegir una u otra: qué deseas hacer, y qué medicación puedes tomar para tu artritis reumatoide en uno y otro caso. En el caso de que decidas optar por la lactancia materna, debes hablar con tu reumatólogo y el pediatra de tu hijo para examinar qué fármacos son idóneos para tratar tu artritis reumatoide y evitar que la medicación pueda pasar a través de la leche materna o pueda reducir la producción de leche.
Las ventajas de amamantar son enormes y sólo debes confiar en tu capacidad y la de tus órganos para poder hacerlo. Déjate aconsejar no sólo por las amigas o las otras madres, sino por matronas y profesionales sanitarios que están ahí para ayudarte. La lactancia materna en los primeros meses garantiza la digestión óptima para tu bebé, y además beneficios para su sistema inmunológico y para su bienestar. Las dificultades que puedas encontrar no son diferentes de las que cualquier otra madre pueda tener al acometer la lactancia materna.
Por otro lado, las leches maternizadas hoy día también son de gran calidad, garantizan una eficaz alimentación para tu hijo y tienen la ventaja de que te permitirán compartir las tomas nocturnas con tu pareja, lo que te ayudará a descansar. Ninguna mujer debería sentirse mejor o peor madre que otras por elegir lactancia natural o artificial, pero muchas veces los mensajes que recibimos de nuestro entorno hacen que muchas madres se sientan juzgadas. Nadie debería permitir tal cosa y menos en el caso de mujeres con patologías tan complejas como la artritis reumatoide.
El cansancio asociado a la crianza, la lactancia materna, los cambios físicos, la asunción del rol de “madre” de forma intensa tras dar a luz, todo ello contribuye a que recuperar las relaciones sexuales sea difícil para todas las mujeres tras el parto, tengan o no artritis reumatoide.
Sin embargo, algunos fármacos indicados para la artritis reumatoide pueden tener repercusiones en el deseo sexual, y el posparto puede intensificar además los síntomas de la enfermedad. Habla con tu reumatólogo si crees que todos estos factores están afectando negativamente a tu relación de pareja y revisa con él la medicación. No se trata de elegir entre medicación y sexo, sino de ajustar dosis y elegir los medicamentos hasta que tu vida se normalice.
Tampoco te sientas culpable si no te apetece tener sexo en las primeras semanas tras dar a luz.. Date tiempo, daros tiempo, y comparte tus sentimientos con tu pareja.
Si quieres algunos consejos y recomendaciones, puedes descárgate una guía sobre: Relaciones de Pareja.