Recientemente pudimos asistir al I Curso de Edad Fértil en Enfermedades Autoinmunes Sistémicas organizado por la SER, y en él descubrimos muchas cosas interesantes para las mujeres que sufren algún tipo de patología inflamatoria crónica. Centrado en la importancia de una correcta planificación familiar, se puso de manifiesto lo importante que es que especialistas en reumatología y ginecología trabajen de forma conjunta, y que las mujeres conozcan todas las opciones disponibles para tratar su enfermedad sin renunciar a la maternidad. En suma, para no tener que elegir entre recibir tratamiento adecuado y tener hijos.
Una de las coordinadoras, la reumatóloga Paloma Vela, explicó que existe cierta falta de información al respecto, y que, “aunque hay situaciones de riesgo, lo más habitual es que el embarazo sea posible con una adecuada supervisión”, ya que uno de los principales factores de fracaso y complicaciones en el embarazo es, precisamente, el abandono de la medicación contra la artritis.
En este contexto, nuevos estudios clínicos (que han incluido mujeres con artritis reumatoide, espondilitis y artritis psoriásica), han evidenciado que hay tratamientos que permiten llevar un embarazo de forma segura, tanto para la madre como para el bebé. Las mujeres ahora ya pueden contar con esta opción, pero para ello deben ser correctamente informadas por su equipo médico antes del embarazo.
Todos los especialistas involucrados en el abordaje multidisciplinar de la paciente de enfermedad reumática coinciden en que la clave del éxito es una buena planificación. Lamentablemente, estas enfermedades suelen aparecer coincidiendo con la edad fértil de las mujeres, por lo que ya en la primera consulta de reumatología debería plantearse si piensa o no tener hijos, ahora o en el futuro.
Controlar la enfermedad es clave para tener un embarazo tranquilo y evitar complicaciones, por lo que, si contamos desde el principio con un consejo preconcepcional adecuado, podemos aplicar las estrategias terapéuticas más adecuadas.
En la consulta, no olvides formular a tu especialista cualquier pregunta que tengas sobre las opciones disponibles para que seas tú, y no tu enfermedad, la que decida si quiere o no ser madre, y cuándo. Porque lo merecemos todo, ¿o no?