El 2020 llega a su fin y siguiendo la tónica de este año, estas Navidades no van a ser unas celebraciones muy convencionales. Debido a la pandemia de la COVID-19 y a las restricciones impuestas para contener su expansión se hace recomendable limitar las reuniones con familiares y amigos.
En cualquier caso, merecemos disfrutar de estas fechas y compartir el momento que vivimos pensando siempre en un futuro mejor. Te proponemos una serie de consejos para que estas Navidades atípicas no supongan un problema para las personas con una enfermedad reumática. Porque mantener una actitud abierta y positiva, cumplir con la medicación y seguir con los hábitos saludables pueden ser los grandes aliados para poder disfrutar de estas Navidades y recibir al 2021 en plenitud.
La importancia de la medicación
Cuando la pandemia de la COVID-19 hizo acto de presencia en nuestro país surgieron dudas en muchos pacientes con enfermedades reumáticas que incluían en su tratamiento medicamentos inmunosupresores. Sin embargo, las evidencias disponibles dejaron claro que no se producía un debilitamiento del sistema inmunitario que implicara un mayor riesgo y gravedad en la infección por coronavirus. De este modo, los pacientes con enfermedades reumáticas en tratamiento con fármacos biológicos o inmunosupresores deberían continuar su tratamiento con normalidad.
Por otro lado, ante la inminencia de las vacunas para la COVID-19 que empezarán a administrarse a finales de año, es importante que toda la población sea vacunada (incluyendo las personas con enfermedades reumáticas y aquellas con tratamientos biológicos). Según señala la Sociedad Española de reumatología, la vacuna debería ser administrada bajo la prescripción del reumatólogo que lleva el seguimiento del paciente, para recomendarle el mejor momento para la administración de la vacuna en relación con el tratamiento que reciba.
Finalmente, es importante recordar que, en Navidad, las celebraciones y reuniones familiares pueden llevar a un menor seguimiento del tratamiento farmacológico, con un peor resultado en la evolución de la enfermedad, más recaídas y un pobre estado de salud general. No saltarse ninguna toma de la medicación debe ser un objetivo para todos los pacientes con una enfermedad reumática, especialmente en Navidad. En todo caso, ante cualquier duda siempre es recomendable consultar con el médico.
Hábitos saludables
Las personas con enfermedades reumáticas también saben lo importantes que son los hábitos saludables para poder disfrutar de un buen estado de salud. Una buena alimentación, unas rutinas de descanso adecuadas, así como la actividad física habitual son importantes para afrontar estas fiestas sin recaídas.
Actividad física
El ejercicio suave o moderado puede mejorar de forma notable los síntomas de las enfermedades reumáticas. De este modo, la actividad física adaptada a la capacidad de la persona puede ayudar a disminuir los síntomas de la enfermedad y contribuir a una mayor flexibilidad y fuerza. También a reducir el dolor. Y en las fechas navideñas no se debe dejar de lado. Un ejemplo sencillo puede ser caminar después de las comidas.
Acudir al fisioterapeuta durante estas fechas también puede ser una manera de combatir el dolor y la rigidez en las articulaciones, cuando estos aparecen. En pacientes con espondiloartritis, la natación está especialmente indicada.
Hay que mantenerse lo más activo posible estas Navidades, aunque aparezca dolor o rigidez y no se tengan muchas ganas de hacer ejercicio. Cuando se hace, siempre se agradece.
Comidas y cenas de Navidad
La Navidad es una época en la que es habitual cometer ciertos excesos con la alimentación, así como con el consumo de bebidas alcohólicas. Se trata de factores que se relacionan con un peor control de las enfermedades reumáticas. Por eso, debería fomentarse el consumo de alimentos vegetales y pescado, limitando:
• Productos procesados, embutidos, enlatados y refinados (bollería industrial).
• Las grasas saturadas procedentes de fuentes animales como la mantequilla, manteca de cerdo, tocino y carnes rojas y las grasas trans (abundantes en fritos, comidas rápidas, productos procesados...) que son perjudiciales para su salud.
• El azúcar y las bebidas o refrescos azucarados también aumentan la inflamación. El café, té, alcohol y tabaco.
• Los dulces en grandes cantidades.
• Las bebidas alcohólicas.
En Navidad se pueden preparar platos sabrosos y saludables basados en alimentos vegetales, legumbres, pescados, frutos secos y frutas. Algunos ejemplos incluirían, potajes, ensaladas, pescados al horno y patés de pescado, macedonias y compotas.
Navidad sin estrés
El estrés es uno de los factores más importantes para la aparición de brotes y el empeoramiento de los síntomas en las enfermedades reumáticas. De este modo, es importante minimizar las situaciones estresantes y realizar actividades de relajación y meditación.
Puede ser de utilidad una buena planificación de las jornadas navideñas, incluyendo períodos para descansar y relajarse. Dentro de estos descansos no se debería olvidar que las relaciones sexuales fortalecen el sistema inmunológico, alivian el estrés, queman calorías e incluso ayudan a dormir mejor. De este modo, los beneficios de una vida sexual activa se plasmarán en un mayor alivio del dolor y la mejora en el estado de ánimo.
Finalmente, las asociaciones de pacientes pueden ser de mucha ayuda y apoyo en momentos como estos, permitiendo estar en contacto con personas que se enfrentan a los mismos desafíos y problemas cotidianos. Además, teniendo en cuenta todas las precauciones y medidas preventivas que requiere la situación debido a la COVID-19, también ayuda mucho en estas fechas poder ver y disfrutar de tus familiares y amigos.
Celebrar la Navidad con prudencia, pero celebrar
Seguramente no volveremos a celebrar unas Navidades como estas. La pandemia causada por el coronavirus va a cambiar nuestras costumbres en las celebraciones y reuniones de este año, por lo que se hace necesario enfocarlas con prudencia. Esta nos ayudará a mantener el contacto con los nuestros sin poner en riesgo a las personas más vulnerables frente a la COVID-19.
Con el esperanzador horizonte de la vacunación muy cercano, existen motivos para pensar que el 2021 nos traerá muchas cosas buenas que podremos celebrar −esta vez sí− todos juntos. ¡Feliz Navidad!