Especialistas en reumatología y ginecología coinciden: la más importante consulta para una paciente con enfermedad reumática que quiera ser madre es la preconcepcional, aquella que se tiene antes de que la mujer esté embarazada. Así lo explica, por ejemplo, Julia Martínez Barrio, reumatóloga en el hospital Gregorio Marañón de Madrid: “En esa consulta preconcepcional, valoramos la enfermedad, la medicación que toma la mujer, los riesgos que puede tener, antecedentes, etc”. Si se trata de una paciente que no quiere ser madre o que no quiere serlo aún, es importante hablar con ella de métodos anticonceptivos. Según nos cuenta Nuria Martínez, ginecóloga en el hospital de La Paz, tanto la paciente que no quiere tener hijos aún como la que puede tener contraindicado el embarazo temporalmente por la medicación que toma, necesitan anticoncepción eficaz: “Merece la pena que nos consulten, las cosas han cambiado mucho en los últimos años y además en las enfermedades reumáticas, hay que individualizar mucho los tratamientos, por lo que quizá a una paciente no le recomendamos anticonceptivos orales y a otras sí. Que no se queden con lo que les han contado”.
Entre el reumatólogo y el ginecólogo “es imprescindible la buena comunicación”, subraya Juan Antonio Martínez, reumatólogo de la Fundación Jiménez Díaz: “Muchas veces, tú le dices a la paciente que puede tomar determinado fármaco que tiene un riesgo mínimo, y sin embargo luego llega el ginecólogo y le dice que no puede tomarlo”. A su juicio, para paliar la falta de comunicación entre especialistas, y dado que no siempre es posible que se reúnan físicamente, elaborar un buen informe que justifique el tratamiento y exponga el plan del reumatólogo para que lo conozca el ginecólogo suele ser muy útil: “De lo contrario, si tú no tienes este plan al día, los compañeros de otras especialidades no saben lo que estás haciendo”, añade.
Estos especialistas también apuntan a que buscar información en internet no siempre es útil: “Las pacientes van a parar a foros de opiniones donde escriben mujeres que han podido tener malas experiencias pero pocas que las hayan tenido buenas”, explica Nuria Martínez. A su juicio, para que las pacientes de Reumatología lleguen a Ginecología y reciban la información correcta, es preciso que los profesionales de Atención Primaria estén entrenados en su detección y captación: “Informarse en internet tiene su peligro, y en los centros de salud hay profesionales como matronas y enfermeras que son el primer eslabón para detectar a las mujeres en edad fértil con enfermedad reumática, y pueden enviárnoslas a los especialistas. Si no nos llega la paciente, no podemos orientarla”.
Arantza Ais es farmacéutica y trabaja en uno de los grandes desconocidos de los pacientes: el departamento de Farmacia Hospitalaria, en este caso del Gregorio Marañón. Aunque entre los pacientes no es frecuente aún “pasar consulta” con un farmacéutico en el hospital, “muchos se sorprenden de lo que les aporta esta consulta y desde ese momento, su forma de vernos es distinta”. Arantza cree que, como especialistas en tratamientos, su papel a la hora de orientar a mujeres con enfermedad reumática que quieren ser madres es fundamental: “Es algo que debería abordarse en la primera consulta con el reumatólogo para toda paciente en edad fértil. Y para todo paciente”, afirma: “muchos hombres en tratamiento también nos preguntan si pueden tener hijos y deben ser conscientes de que sí tienen esa posibilidad”.