Sabemos que lo sabes, pero es importante recordar que caminar es uno de los ejercicios más saludables que existen, para cualquier edad y especialmente para personas con cualquier tipo de artritis. Se ha demostrado que existe una estrecha relación entre el dolor articular y el peso corporal. Con tan solo 4 kilos de sobrepeso, aumenta la tensión que soporta la rodilla entre 11 kg y 23 kg con cada paso, y aumenta la tensión en las articulaciones. Caminar te ayudará a conseguir unas articulaciones más sanas y aliviar el dolor articular. Es fácil, es barato, está al alcance de cualquiera, y sin embargo caminar tiene su ciencia.
Para caminar de forma saludable lo primero es tener una buena postura. Debemos concentrarnos en caminar derechos, con los hombros relajados y la mirada a media distancia (3-6 metros por delante de nosotros). La barbilla debe ir paralela al suelo y llevar los codos ligeramente flexionados. Las manos, relajadas.
El paso debe de ser natural. Apliquemos un poco de autoconsciencia a la hora de pisar: primero el talón y después bajemos el resto de la planta del pie para apoyar los dedos y dar el impulso al otro pie en el paso.
El ritmo ideal de una caminata saludable es de un kilómetro en diez minutos, así que no estamos paseando: estamos haciendo ejercicio, a buen paso.
Debemos ponernos objetivos que nos motiven, que podamos conseguir pero no tan fáciles que acabemos enseguida. Hagamos a diario pequeños progresos que marcarán nuevas metas. Notarás que con el esfuerzo empiezas a respirar algo más aprisa, y a sudar, ¡eso es bueno! Pero seamos prudentes, y vayamos poco a poco para no desalentarnos si llegamos reventados a casa.
Si podemos caminar acompañados, resultará muy ameno disfrutar de la compañía aunque a veces la conversación se hará difícil. Si tenemos que caminar solos, un podómetro o una aplicación en el móvil que nos indique cuántos pasos hemos dado y cuántas calorías hemos quemado nos ayudarán a sentirnos con ganas de superarnos.
Y recuerda. Si caminas de noche, debes estar atento al tráfico. En zonas rurales o poco iluminadas es recomendable llevar ropa y calzado reflectantes.
Por cierto, el calzado y los calcetines son importantísimos. Si tienes oportunidad de que un especialista analice tu pisada (pronadora, supinadora) para comprar las zapatillas más adecuadas, hazlo. Ganarás en bienestar y disfrutarás más de la caminata. Recuerda que hay zapatillas con cierres de velcro o cordones elásticos muy fáciles y rápidas de ajustar. Y en cuanto a los calcetines, llévalos tanto en verano como en invierno, aunque para cada temperatura hay tejidos técnicos específicos. En cualquier caso, unos calcetines de algodón sin costuras que molesten son una solución idónea para cualquier estación del año.