hábitos saludables enfermedades reumáticas

Buenos propósitos para controlar las enfermedades reumáticas

Comienza un nuevo año y lo habitual es empezarlo cargados de buenos propósitos. Pero también es importante hacer balance, recordar lo que hemos hecho bien y perseverar en aquello que nos ha permitido mejorar nuestra calidad de vida y que nos sintamos mejor.

Las rutinas que nos ayudan a estar mejor

Las enfermedades reumáticas se encuentran entre las principales enfermedades que causan discapacidad en los países desarrollados y también en nuestro país. La artritis reumatoide, la artritis psoriásica y la espondiloartritis axial son enfermedades crónicas que requieren un tratamiento prolongado en el tiempo.

La evolución y mejora de los medicamentos para el tratamiento de las enfermedades reumáticas han sido muy importantes en los últimos años, pero el tratamiento incluye toda una serie de hábitos saludables que permitirán controlar la enfermedad y normalizar múltiples aspectos de la vida. Entre ellos se encuentran el descanso, la dieta y la actividad física.

Por otro lado, además de los síntomas clínicos, hay que dar importancia a cómo afecta la enfermedad al bienestar emocional y a las relaciones personales, ya que se trata de aspectos muy importantes para la calidad de vida de los y las pacientes.

Medicación y ejercicio

Un aspecto esencial relacionado con los medicamentos y que debe aparecer en los primeros lugares de nuestros propósitos es cumplir con la pauta de medicación indicada por el especialista. De este modo, evitaremos recaídas y un empeoramiento del estado de salud general. También es importante realizar los controles analíticos periódicos.

Un buen propósito para este año debe ser que el ejercicio continúe formando parte esencial de nuestros hábitos, ya que de hecho forma parte del tratamiento. Los estudios sobre los factores que afectan a las enfermedades reumáticas señalan que la práctica habitual de ejercicio reduce el dolor, mejora la funcionalidad (disminuye la rigidez y la limitación de movimientos), mejora el estado de ánimo y la calidad de vida. Además, ayuda a controlar la aparición de enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el exceso de peso.

Pero empecemos poco a poco y vayamos incrementando los minutos conforme nos sintamos seguros. Tampoco pasa nada si algún día nos sentimos peor y tenemos que descansar. Lo importante es no dejar grandes periodos de tiempo sin realizar ejercicio.

Nos será de mucha ayuda practicar ejercicio en compañía. Esto hará la práctica deportiva más amena y nos servirá de incentivo.

Dieta

Uno de los propósitos de principio de año más extendidos es mejorar la calidad de la dieta y elegir mejor los alimentos que vamos a comer. En cuanto a mejorar aspectos de las enfermedades reumáticas a través de la dieta, los estudios señalan cómo ciertos patrones alimentarios pueden tener efectos positivos y procurar una mejora de los síntomas. En la dieta recomendada deben predominar los alimentos vegetales (verduras, hortalizas, frutas, legumbres, frutos secos) ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes. También debe incluir pescado, un alimento rico en grasa omega 3, con potenciales efectos antiinflamatorios. De igual modo, la dieta debe ofrecer un aporte suficiente de calcio, a lo que contribuyen los lácteos. Finalmente, debemos limitar los alimentos procesados y excesivamente grasos, así como un exceso de azúcar, sal y alcohol. Todos estos elementos pueden ser positivos para cumplir con nuestro propósito de reducir la inflamación y el dolor, mantener un peso saludable y mejorar la salud en general.

Tabaco

El tabaco es el único factor ambiental conocido que puede contribuir a la aparición de artritis reumatoide. Además, cuando las enfermedades reumáticas ya han aparecido, el consumo de tabaco puede agravar la enfermedad e interactuar negativamente con los medicamentos antirreumáticos. Finalmente, el tabaquismo se relaciona con un peor estado de salud general, incluyendo un riesgo aumentado de cáncer de pulmón y de enfermedades cardiovasculares.

Si fumamos, un buen propósito para el año que empieza −y que nuestra salud nos agradecerá− es dejar de fumar.

Descanso

Tan importante como el ejercicio es disfrutar de un descanso adecuado. Dormir el número de horas suficiente es esencial para contrarrestar la fatiga derivada de la enfermedad. Y si nuestros horarios nos lo permiten, incluir una pequeña siesta puede ser un elemento positivo que contribuya a ese necesario y reparador descanso.

Apoyo psicológico, social y familiar

No nos olvidaremos de cómo afecta la enfermedad reumática a la salud psicológica y a nuestras relaciones con los demás. Es importante contar con el apoyo de profesionales y de personas cercanas, y rodearnos de personas que comprendan los efectos de la enfermedad y nos ayuden a afrontarlos. La familia, los amigos y las asociaciones de pacientes, donde podemos compartir nuestras experiencias con personas que se encuentran en situaciones similares, nos puede ayudar a la normalizar las consecuencias de las enfermedades reumáticas. Y en el caso de que nuestra salud psicológica y nuestro estado emocional se vea muy afectado, siempre es recomendable acudir a un psicólogo.  

Empieza bien el año con unos buenos propósitos.